TEXTOS FOLCLÓRICOS. SELECCIÓN Y ADAPTACIÓN 2
En esta ocasión, adaptaré
un cuento folclórico dirigido para alumnos de Educación Infantil, se trata de
“El hombre de la piel de oso” recopilado por los hermanos Grimm.
TEXTOS FOLCLÓRICOS
Las tres características
fundamentales del folclore son las siguientes:
·
El anonimato: Un texto tiene tantos
autores como personas lo han narrado a lo largo de los siglos hasta el momento
en que alguien lo fijó a través de la escritura, como es el caso de los Hermanos
Grimm.
·
La oralidad y la multiplicidad de
variantes: Al tratarse de una tradición oral, un mismo cuento podía estar
relatado de cientos de formas heterogéneas en distintas culturas, ya que cada
cual adoptaba su visión de la historia, aportando su pequeño grano de arena a
la misma.
LOS HERMANOS GRIMM
Hablamos de Jacob
(1785-1863) y Wilheim (1786-1859) Grimm, los grandes clásicos de los cuentos de
hadas, sus adaptaciones suelen respetar las versiones iníciales, por ello, son
los textos más estudiados y más utilizados en la educación.
No son autores propios de
sus cuentos, son recopiladores a través de su labor investigadora de los
cuentos populares y de otros trabajos lingüísticos y literarios formaron
una gran selección de cuentos, que
seguimos disfrutando.
Su literatura era para
todos los públicos, aunque tuvieron mayor aceptación entre los niños y se
tuvieron que llevar a cabo modificaciones.
Los Grimm tienen dos características que diferencian los suyos de otros cuentos
adaptados y los hacen idóneos para el público infantil: Una visión optimista
muy marcada (Ya que el desenlace es casi siempre satisfactorio) y un proceso
muy sencillo de identificación con el héroe, que permite que el niño quiera convertirse
en el protagonista en un futuro (No debemos confundirlo con la identificación,
tratada en la anterior entrada).
LOS RECEPTORES
Este cuento estará
dirigido a niños de entre cuatro y seis años, los estereotipos que presentan
los personajes de los textos y su polaridad son fundamentales para que el niño
identifique el mensaje. Estamos en la que Karl Bühler llama “edad de los
cuentos”, aquella en que la fantasía es parte de la realidad. Es la época de
los cuentos clásicos.
Este cuento es ideal para
esta edad ya que el niño se encuentra en la etapa del pensamiento intuitivo. Desarrolla el concepto de identidad
individual y autoestima, tiene una vida imaginativa, rica y abundante que le ayuda a entender la
realidad. Ha desarrollado el concepto básico de la narración, asimilan mejor
los cuentos que le hablan de la importancia del individuo, cuentos que le
presentan la fantasía de manera verosímil, enriqueciendo su mundo interior,
cuentos que le presenten finales felices y justos que le permitan desarrollar su
capacidad para percibir detalles. Además
tiene un concepto de moralidad absoluto.
Los relatos orales
infantiles, ayudan a los niños a conocerse y a explicarse el mundo. Las
historias empiezan donde se encuentra el niño, en su ser psicológico y
emocional.
Los cuentos de hadas
tienen un valor inestimable, la incorporación de la literatura oral tradicional
a la escuela supone hacer que el niño viva la palabra que ha perdurado durante
generaciones, gracias a los recopiladores, para llenarlo de afectividad de la
comunicación de tú a tú e incorporarlo a su cultura, ofrecen a la imaginación
del niño nuevas dimensiones a las que sería imposible llegar por sí solo.
Por ello, se hace
imprescindible que este tipo de literatura conserve su oralidad y se reserve
otro tipo de textos más modernos y de transmisión escrita para acercar al niño
a los libros “Los textos folclóricos son para contar y cantar, los textos de
autor, para leer”.
La estructura interna de
este cuento no tendrá pérdida para los niños, cuenta con tres momentos clave:
Fechoría inicial (Planteamiento), acciones del héroe (Nudo) y desenlace final,
Feliz. Además la narración presenta los acontecimientos de forma cronológica y
lineal, estableciendo relaciones causa-efecto para la máxima comprensión de los
oyentes.
Otro aspecto a tener en
cuenta a la hora de hablar de la literatura oral, es el desarrollo de
habilidades lingüísticas, a partir de la escucha de historias motivadoras, como
esta.
No nos debemos preocupar por
la comprensión, un niño cuando es pequeño, se fija en aquellos detalles que le
llaman la atención, no globaliza, en una primera audición, es mejor no preguntarle nada tras la
narración en momentos de asamblea y repetir la narración tantas veces como el
grupo solicite.
Algo que sí me preocupaba
era la extensión del cuento, no he querido resumirlo en exceso ya que se
perdería la esencia de muchos momentos como los diálogos que he incluido. Por
eso considero que la forma de narrar este cuento es esencial, debe ser
motivadora para captar la atención de los niños, evitando así despistes que
puedan hacerles perder el hilo de la
historia.
CUENTO ADAPTADO
EL HOMBRE DE LA PIEL DE OSO
Erase
una vez, un joven valiente llamado Matías.
Valiente,
porque durante mucho tiempo había luchado en la guerra, siendo siempre el
primero en todas las batallas. Tras este largo tiempo de guerra, todo acabó
bien.
Matías
muy emocionado volvió a casa, deseando ver a su familia, llevaba mucho tiempo
sin saber nada de ellos.
Nada
más entrar por la puerta la familia rompió a llorar, no podían creer que por
fin hubiera vuelto. Pasaron unos días maravillosos, hasta que Matías empezó a
sospechar que algo le ocultaban…
La
familia estaba atravesando por un mal momento económico, no tenían casi ni para
comer…
Matías
no podía permitir que su familia sufriese más, asique decidió salir a la calle
en busca de un trabajo, tras varios días de búsqueda, el joven estaba muy
desanimado al no encontrar nada.
Dando
un paseo, llegó a un desierto muy grande, en el que no se veía más que un
círculo repleto de árboles. Se sentó allí, pensando con tristeza en su mala
suerte a su vez contemplando el bonito anochecer de ese día.
Al
mismo tiempo escuchó un ruido y levantando los ojos, vio a un desconocido
vestido de verde con un traje muy lujoso.
Era
Petros, un malvado hechicero.
-Sé
lo que necesitas -le dijo Petros-, que es dinero; tendrás tanto como puedas
desear, pero antes necesito saber si tienes miedo, pues no doy nada a los
cobardes.
-El
joven respondió que no era cobarde, pues había luchado en la guerra durante
mucho tiempo. Puedes someterme a la prueba que quieras.
-Pues
bien, mira detrás de ti.
El
soldado se volvió y vio un enorme oso que iba a lanzarse sobre él.
-¡Ah!
¡ah! -exclamó-
Matías
sorprendido, pegó un enorme puñetazo al oso, dejándole sin respiración.
-Veo
-dijo el hechicero- que no te falta valor, pero debes reunir más condiciones.
-Nada
me detiene -replicó el soldado-.
Petros,
le respondió: Durante siete años no debes lavarte, ni peinarte la barba, ni el
pelo, ni cortarte las uñas, y por último no podrás dormir en un mismo sitio más de un día. Voy a
darte un vestido y una capa, que llevarás durante todo este tiempo.
Si no
cumples estas normas me pertenecerás eternamente, ejerciendo de esclavo, pero
si sobrevives a estos siete años, cumpliendo estas condiciones, serás
libre y rico para toda tu vida.
El
soldado pensó en la gran miseria en la que vivía; él que había luchado en la
guerra, podía muy bien arriesgarse. Aceptó. El hechicero se quitó su vestido
verde y se lo dio diciéndole:
-Mientras
lleves puesto este vestido, siempre que metas la mano en el bolsillo sacarás un
puñado de oro.
Después
quitó la piel al oso, que había combatido Matías, y añadió:
-Esta
será tu capa, no debes quitártela bajo ningún concepto y por el vestido
te llamarán Piel de Oso.
Petros
desapareció tras un chasquido.
El
soldado se puso su vestido y metiendo la mano en el bolsillo, vio que el
hechicero no lo había engañado, ¡¡¡No paraban de salir monedas!!! Su
familia no tendría de que preocuparse más.
Se
puso también la piel de oso y comenzó a recorrer el mundo llevando una buena
vida. Compró una casa donde vivir el día de mañana y guardó muchas cantidades
de dinero en diferentes ciudades, el suficiente para que no le faltara de nada.
El
primer año tenía una figura aceptable, pero al segundo año, su aspecto estaba
bastante deteriorado, parecía un monstruo.
Todo
el mundo huía de él; encontraba muchos impedimentos para pasar las noches y
alimentarse a pesar de su gran fortuna, sin embargo, utilizó su gran fortuna
para ayudar a todo el mundo que se cruzara con él y lo necesitara.
Una
de las tantas noches, Piel de oso, la pasó en un cobertizo donde se encontró
llorando a un hombre, llamado Lorenzo. Matías se interesó por saber que le
sucedía e intentar ayudarle. Pero viendo entrar a Piel de Oso, Lorenzo asustado
quiso huir.
Se
tranquilizó oyendo la voz humana que le hablaba, y Piel de Oso terminó de
calmarle, a fuerza de palabras amistosas. Lorenzo le contó que había
perdido todos sus bienes y estaba viviendo con sus hijas en la miseria.
-Si
no tienes otro problema -le dijo Piel de Oso- poseo dinero bastante para
sacarte de tu apuro.
El
anciano, viéndose salvado, no sabía cómo agradecérselo.
-Ven
conmigo -le dijo- mis hijas son hermosas, elegirás una por mujer y no se negará
en cuanto sepa lo que acabas de hacer por mí, a pesar de tu aspecto.
Piel
de Oso aceptó acompañar al anciano, cuando la hija mayor, Florencia, vio
su horrible rostro, echó a correr asustada dando gritos de espanto. La segunda,
Úrsula, lo miró firmemente y después de haberlo contemplado de arriba abajo, dijo:
-¿Cómo
aceptar un marido que no tiene figura humana?
Pero
la menor, Diana, dijo:
-Querido
padre, debe ser un hombre muy honrado, puesto que nos ha salvado; le has
prometido una mujer y cumpliré tu palabra.
-
Piel de Oso estaba repleto de alegría tras escuchar las palabras de Diana.
Quitó un anillo de su dedo, lo partió en dos, dio la mitad a su
prometida, recomendándole que lo guardase mientras él conservaba la otra.
Después se despidió de ella, diciendo:
-Te
dejo hasta dentro de tres años. Si vuelvo nos casaremos, pero si no vuelvo
tendré que pasar el resto de mi vida ejerciendo de esclavo, entonces serás
libre.
La
pobre joven estaba siempre triste desde aquel día y se le saltaban las lágrimas
cuando se acordaba de su futuro marido. Sus hermanas, por su parte, la dirigían
palabras muy groseras por el aspecto físico de su prometido.
Diana
dejaba hablar a sus hermanas sin incomodarse.
En
cuanto al hombre de la Piel de Oso, andaba siempre por el mundo haciendo todo
el bien que podía, ayudando a los pobres sin esperar nada a cambio.
Cuando
llegó al fin el último día de los siete años, volvió al lugar donde realizó el
trato con Petros.
Se
levantó un aire muy fuerte, y no tardó en presentarse el hechicero de muy mal
humor; ya que Matías lo había logrado, dio al soldado sus vestidos viejos y le
pidió el suyo verde.
-Espera
-dijo Piel de Oso- es preciso que mi aspecto vuelva a ser el mismo que tenía
antes.
El
hechicero se vio obligado, a usar su magia y de un chasquido le dejó tal y como
se le encontró la primera vez que le vio.
Piel
de Oso se sintió aliviado de haber conseguido vencer al hechicero, había
demostrado su valentía y podría ayudar a su familia.
Volvió
a la ciudad y se puso un magnífico vestido de terciopelo, y subiendo a un coche
tirado por cuatro caballos blancos se dirigió a casa de su prometida.
Nadie
lo conoció; Lorenzo lo condujo al cuarto donde se hallaban sus hijas. Las dos
mayores lo hicieron sentar a su lado, le sirvieron una excelente comida, y
declararon que no habían visto nunca un caballero tan buen mozo.
En
cuanto a su prometida, estaba sentada enfrente de él con su vestido negro, los
ojos bajos y sin decir una sola palabra.
Lorenzo
le preguntó, si quería casarse con alguna de sus hijas, y las dos mayores
corrieron a su cuarto para vestirse, pensando cada una de ellas que sería la
preferida.
Matías
se quedó solo con su prometida, sacó la mitad del anillo que llevaba en el
bolsillo y lo echó en un vaso de vino que le ofreció.
Cuando
se puso a beber, distinguió aquel fragmento en el fondo del vaso; se estremeció
su corazón de alegría.
Cogió
la otra mitad que llevaba colgada al cuello y la acercó a la primera, uniéndose
ambas exactamente. Entonces él le dijo:
-Soy
tu prometido, el que has visto bajo una piel de oso; ahora he recuperado la
figura humana-
Se
unieron dándose un gran abrazo que terminó con un beso muy apasionado.
En el
momento mismo, entraban sus dos hermanas con sus magníficos trajes; pero
cuando vieron que aquel joven tan buen mozo era para su hermana y que era el
hombre de la piel de oso, se marcharon muy disgustadas, dándose cuenta de que
juzgaron antes de tiempo a Matías.
Matías
le pidió a Diana que le acompañara a casa de su familia para conocerlos y
entregarles una parte de la gran fortuna que había ganado durante estos siete
años.
Finalmente
Matías y Diana se casaron y vivieron en aquella casa tan fabulosa que había
comprado el protagonista al principio de la historia, donde criarían a sus
futuros hijos, siendo felices para siempre.
Matías
había conseguido vencer al Hechicero, encontró un futuro lleno de riqueza para
él y su familia, había ayudado económicamente a todo aquel que lo neceitaba y
además había encontrado el amor.
Y
colorín colorado, este cuento se ha acabado, si quieres que te lo cuente otra
vez, cierra los ojos y cuenta hasta tres.
FIN.
ADAPTACIONES
Los cuentos folclóricos
no deben censurarse, ni reducirse con la excusa de que el niño no va a
entenderlos, he realizado un trabajo de
adaptación similar a la que practicaban los hermanos Grimm para eliminar
aspectos morbosos y situaciones obsoletas.
He respetado la gran cantidad de matices y de imágenes que la historia
revela.
De esta forma, he añadido
nombre propio a los personajes principales, para que puedan nombrarlos y sigan
la historia sin complicaciones.
·
El diablo – El malvado hechicero
(Petros)
·
El Protagonista – Matías
·
El padre de las hermanas – Lorenzo
·
La hermana mayor – Florencia
·
La hermana mediana – Úrsula
·
La hermana pequeña – Diana
La relación que mantiene
el protagonista con su familia la he modificado, tendrán buena relación pero
esto no impedirá que tenga que realizar el “viaje iniciático” y superar las
pruebas que representa la vida adulta, por él mismo y por ayudar económicamente
a su familia.
El Diablo lo he
sustituido por un malvado hechicero (Petros) que exigirá las mismas pruebas al
protagonista pero si finalmente no las completa, sería su esclavo eternamente,
no se verá obligado a entregar su alma y con ello su vida.
El hechicero se
aparecería en un anochecer ya que el paso del día a la noche, según la
tradición celta, es el momento en el que las puertas de los mundos se abren y
los duendes y las hadas interactúan con los humanos.
De los requisitos que
impone el diablo al protagonista he eliminado la norma de no rezar, suprimiendo
así todas las connotaciones religiosas de la historia.
Algunas situaciones que
vive el protagonista en su viaje iniciático las he suprimido ya que carecían de
importancia.
El primer encuentro entre
Lorenzo y Matías lo he resumido, Lorenzo se sorprenderá del aspecto del
protagonista a primera vista y no a la mañana siguiente tras la luz solar.
Las hermanas no se
quitarán la vida tras descubrir que el prometido de su hermana pequeña era ese
apuesto joven, solamente se disgustarán, dándose cuenta de que juzgaron antes
de tiempo, con esto queda suprimida la última
aparición del diablo, sustituyéndolo con la visita que realiza Matías a su
familia para entregarles parte de la riqueza que había recogido durante estos
siete años, junto a su prometida, para después casarse e irse a vivir a la casa
que compró el protagonista a comienzos de la historia.
Y por último para situar la
narración, para abrirla y cerrarla ante el receptor he utilizado la fórmula de
entrada: Erase una vez… y la fórmula de salida: Y colorín colorado este cuento
se ha acabado, si quieres que te lo cuente otra vez, cuenta hasta tres.
“Nuestro nacimiento se
produce en el seno de un inconsciente colectivo, creador de imágenes
hereditarias” Jung.
REFERENCIAS
·
Grabación del cuento
·
Apuntes literatura
infantil (Teoría y documentación complementaria)
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