martes, 10 de mayo de 2016

Creación literaria con y para los niños: Actividad 4

Creación literaria con y para los niños de infantil

Existe una amplísima oferta editorial de literatura infantil para actualizar y mantener un rincón de lectura completo y variado, pero las inversiones económicas para libros por parte de los centros no suelen corresponderse con las necesidades del aula.

Aunque no debemos preocuparnos, soluciones hay muchas.

Cuando una maestra tiene interés por conseguir que en la biblioteca de aula haya libros que respondan a los intereses de sus alumnos, debe usar su imaginación y creatividad, y en esto consistirá esta nueva entrada, en la creación de textos con y para los niños.

Crearé tres textos, uno en prosa, otro en verso y el último será dramático.

Creación en prosa

La prosa (narrativa) es el género más similar al uso lingüístico ordinario y la forma más natural de crear literatura en la actualidad.

Mi creación comenzó hace pocos días, pensando en que podría escribir, se me vino a la cabeza la creación de un cuento que realicé el pasado año. 

Dicho cuento se lo conté a mi primo pequeño Álvaro y le encantó, estuvo alrededor de un mes pidiéndome que se lo contara de nuevo, normal que tuviera este cuento aún en la cabeza…

Entonces me puse a pensar en añadir algo nuevo a este cuento y tuve una gran idea, como a mi primo le encantaba este cuento, se me ocurrió recrearle y añadir a Álvaro como el protagonista de esta historia, además de eso dedicárselo y regalárselo ya que es el que más lo iba a valorar.

De cara al futuro esto también me pareció una gran idea y porque no realizarlo, ya que siempre hay algún cuento que llama la atención a algún niño o que se siente especialmente identificado en él, me parece un bonito detalle regalar por su cumpleaños o a final de curso, un cuento que sea especial para cada niño siendo ellos los protagonistas de su historia favorita.  

Así que me puse manos a la obra muy emocionada, la verdad es que cambié el cuento por completo pero manteniendo el tema principal.

El cuento se titula:

¡Estoy aquí! Y no me usas…

Álvaro, el protagonista de esta historia, acababa de empezar el curso y necesitaba material escolar, así que una tarde, se acercó a una papelería a comprar todo lo que le hacía falta.

Al llegar a casa enseñó a su mamá todo lo que había comprado, estaba muy contento porque lo había comprado todo él solo.

Se fue a su habitación con mucha ilusión a probarlo todo, en especial, un lápiz que le había gustado mucho.

El lápiz se había convertido en su compañero más fiel, lo utilizaba a todas horas.

Pero… pasó el tiempo, y el lápiz cada vez se iba haciendo más pequeño, Álvaro sólo utilizaba este lápiz y tenía que sacarle punta muy a menudo.

Hasta que… ¡Álvaro ya no podía sujetar el lápiz, era pequeñísimo!

Entonces Álvaro guardó su lápiz en el estuche y no tuvo más remedio que comprarse un lápiz nuevo.
Los siguientes días Álvaro utilizó su nuevo lápiz aunque no le gustaba tanto como el primero, era irremplazable.  

Una tarde, Álvaro estaba dibujando y de repente… ¡Notó como su estuche se movía! Álvaro muy decidido, sin miedo alguno vació su estuche, para ver que estaba pasando.

¡Su lápiz antiguo se estaba moviendo solo!

 Álvaro le cogió, y le preguntó: ¿Qué te pasa lápiz?

Y sorprendentemente el lápiz respondió: ¡Estoy aquí! Y ya no me usas…

Álvaro se puso muy triste y le respondió que ya estaba muy pequeño y no podía utilizarle, ahora deberás descansar dijo Álvaro.

El lápiz no se quedaba tranquilo y pensó: Seguro que Álvaro tarde o temprano me tirará a la basura. ¡Me siento tan inútil!

Pero no fue así, Álvaro mantuvo su lápiz siempre con él, es más se convirtió en su amuleto, cada vez que jugaba un partido de fútbol, montaba a caballo o en bici siempre lo llevaba en su bolsillo para que le diera buena suerte.

Y cómo dice Don Fermín, este cuento llegó a su fin.

Estrategias

Existen diversas estrategias que nos ayudarán en esta creación, algunas de ellas se pueden utilizar con los niños, en mi caso no he tenido la suerte de compartir esta actividad con ellos, aunque he tenido la ayuda de mi primo para ilustrar este cuento.

Cómo he comentado  antes, mi creación se realizó el pasado año antes de conocer estas estrategias, por lo que en un inicio no utilice ninguna, pero ojeando los apuntes encontré una estrategia que se puede relacionar con mi cuento.

Es la llamada Hipótesis absurda creada por Gianni Rodari, consiste en plantear a los alumnos diferentes hipótesis absurdas como por ejemplo ¿Qué ocurriría si las plantas una mañana, comenzasen a hablar? A partir de ahí los alumnos crearían una historia de lo más original.

Claramente se puede relacionar con este cuento,  ¿Un lápiz que habla? Aunque la historia no parte desde esta hipótesis, se produce a lo largo de la historia y además no la crean los niños.

Receptores

Este cuento estaría dirigido a niños de entre 5 y 6 años, el último curso de educación infantil, ya que el protagonista de esta historia tiene 7 años, con el fin de que los receptores se puedan sentir identificados con el personaje.  

Considero que este cuento estaría muy bien acogido por los pequeños, debido al tema tan disparatado con el que cuenta. En esta etapa los niños tienen una vida imaginativa rica y abundante, que le ayuda a entender lo real, este cuento no creará confusiones de ningún tipo.

El libro está compuesto por diferentes acciones que realiza el personaje, lo que les motivará a los receptores más incluso que el argumento en sí.

El estilo es sencillo, las frases de cada página son cortas y concisas, motivando así al niño a la lectura, ya ha desarrollado el concepto básico de la narración y perciben la relación entre palabras e imágenes, esencial en esta historia, el niño podrá contrastar lo leído en las imágenes.

La asimilación de la historia será buena ya que introduce conceptos simples como el tamaño del lápiz, le permitirá identificar objetos, el protagonista es un niño como ellos, y se produce una repetición en las acciones del personaje, concretamente cuando debe comprar un lápiz de nuevo.

El final de esta historia, es sorprendente y lo más importante, es feliz, a esta edad los niños gustan por los finales felices y justos, y en esta historia podrán ver como los dos personajes acaban contentos, cada uno por la parte que le toca, permitirá desarrollar la capacidad para percibir detalles de los niños.

Creación en libro

Para esta actividad debíamos elegir una de las tres creaciones para convertirlas en libro, teniendo en cuenta tres reglas básicas: resistencia, mínima inversión económica y poca dedicación temporal, ya que si dedicamos mucho tiempo, haremos como mucho un par de libros al año.

Me decanté por la creación anterior, la prosa, principalmente porque de las tres creaciones es mi favorita y además pretendía regalársela a mi primo pequeño.

Preparación

Para la preparación del libro, utilicé Power Point para diseñar el texto y las imágenes de este cuento,  con el fin de crear un texto con un máximo de ilustraciones y un mínimo de texto, una vez terminado, imprimí todas las diapositivas y las recorté de forma irregular para pegarlas en cartulinas de colores que darían resistencia y alegría a las páginas, la portada y el final son muy atractivos, he utilizado la purpurina, para llamar la atención de los niños.

A continuación introduje todas las páginas en una carpeta sin anillas para evitar cortes o que los niños pudieran introducir sus dedos en ellas, la carpeta está compuesta por fundas de plástico que protegerán y sostendrán el interior de este cuento, proporcionando flexibilidad y resistencia.
Por último cerré las entradas de las fundas de plástico de la carpeta mediante tiras de celo, para evitar que las páginas se pierdan.

En conclusión, este libro está fabricado para el disfrute de los niños, teniendo en cuenta los posibles riesgos, su comodidad y el buen estado físico del libro tras su utilización a largo plazo.

Resultado
















Creación en verso

Adivina, adivinanza…
Soy un animal, un tanto peculiar
Para algunos especial
Puedo vivir en el campo, corral e incluso hogar
Corro y salto sin parar
No me intentes alcanzar
Subo escaleras y sofás
¿Pero bajar? No bajo igual
Soy travieso, cariñoso y en ocasiones miedoso
Si haces ruido me perderás
No me intentes asustar
En las esquinas me podrás encontrar
Si te acercas,  mis orejas te escucharán
No me intentes agarrar
Ofréceme zanahoria y te dejaré entrar
Aunque mis dientes te podrán tocar.
Ahora sí,  te dejo intentar adivinar. 
¡Siiii, soy un conejo! 

Estrategias

Al igual que en la creación anterior, existen estrategias para crear textos poéticos o mejor dicho, juegos poéticos para niños de infantil.

Son estrategias sencillas que parten del hecho de que la poesía no necesita rimar ¿Sorprendidos? Este descubrimiento libera al verso para llenarlo de verdadera función poética a partir de recursos literarios: juegos de palabras, onomatopeyas, aliteraciones, repeticiones, invenciones léxicas…

Yo decidí realizar esta creación a partir de la rima, pero hay que tener presente  que, al igual que la rima, los recursos literarios anteriores desarrollan en el niño las habilidades lingüísticas, la desinhibición, la fantasía, la creatividad y la propia sensibilidad estética.

Para la creación en verso utilicé la estrategia de las adivinanzas, para ello debemos pensar en un objeto persona u animal como en este caso para definirlo sin nombrarlo, de modo que los demás puedan averiguarlo.

Tras este momento, los niños podrán realizar después una sesión de dibujo relacionado con la respuesta de la adivinanza.

Receptores

Esta creación estaría dirigida a niños de entre 5 y 6 años, el último curso de Educación infantil.

No estamos hablando de que existan unas adivinanzas concretas para cada etapa de Educación Infantil.

El desarrollo madurativo de un grupo es muy variable, las adivinanzas no se pueden generalizar, cada grupo tiene sus peculiaridades y es el profesor el que tiene que adaptarse a él y proporcionarle los recursos adecuados.

He escogido esta edad porque los niños de 5 a 6 años presentan un rápido aprendizaje, intelectualmente están más maduros y pueden prestar atención por más tiempo, así como seguir el hilo de una narración, la mayoría desarrolla un gran desarrollo del lenguaje y una viva imaginación, por tanto este es un momento ideal para fomentar las adivinanzas en el aula ya que las acogen con gran entusiasmo.

Aunque considero que en la práctica seguramente tenga más claro los recursos que debo utilizar, por lo contado anteriormente respecto al grupo.

Las adivinanzas son un recurso que no deben faltar en el aula de Educación Infantil, su atractiva presentación en forma de rima crea en el niño y la niña la motivación y el gusto por ellas, tanto por aprenderlas y reproducirlas como por adivinarlas.

Además con la adivinanza los niños aprenderá palabras nuevas, saldrán de la rutina, cooperarán entre todos en busca de la respuesta lo que mejorará la sociabilización, desarrollarán su creatividad e imaginación y lo más importante de todo, disfrutarán.

Creación dramática

La dramatización es un recurso fundamental e inexcusable que desarrolla una gran cantidad de capacidades en el niño. Pero a veces nos resulta difícil encontrar textos que puedan ser representados por los niños, en este caso, lo mejor es crear obritas personalizadas para el grupo.

El siguiente texto cuenta con tres personajes: El cuadro, Marco y el Narrador (La ventana)

Para la representación del cuadro, fabricaríamos en el aula, un cuadro que cubriría la cabeza, manteniendo la cara fuera para que el alumno pudiera hablar.

El narrador, sería llamado la ventana, ya que ve todo lo que pasa entre el cuadro y Marco y al igual que el cuadro,  también  se disfrazaría.

El texto es extenso pero el diálogo es sencillo, confío en que lo niños no encuentren dificultades en su representación, aún así se podría adaptar según las necesidades además de incluir más personajes.

El cuadro parlanchín.

Cuadro: Tú, niño. ¿Dónde estamos?

Marco: (Se gira buscando la voz que le habla) ¿Hola?

Cuadro: ¡Que te estoy hablando yo!

Marco: Pero no puede ser… Tu eres un cuadro ¿Estoy soñando?

Cuadro: ¿Cómo te llamas? Deja que te explique…

Marco: (Asustadizo) Marco…

Cuadro: ¿Marco? Menuda casualidad… Vale Marco, sí, soy un cuadro, sé que no estás acostumbrado a que un cuadro te hable, pero estoy muy desorientado ¿Cómo he llegado aquí?

Marco: (Aún asustado) Mis padres te han comprado en una tienda y te han colgado hace unos minutos.

Cuadro: Estaría dormido… ¿Y no tenéis más cuadros?

Marco: (Más tranquilo) No, es que nos acabamos de mudar, mis padres han visto que eras muy barato y te han comprado, pero no creo que compren más de momento.

Cuadro: ¿A que encima soy barato? Pues no entiendo porque… Con lo guapo que soy.

Marco: No se… No puedo dejar de pensar que eres un cuadro.

Cuadro: Ya… No debía haberte hablado, estaba muy asustado…

Marco: ¿Pero cómo puede ser que estés hablándome?

Cuadro: Esta historia es larga, ¿Tienes tiempo?

Marco: Sí, mis padres están durmiendo.

Cuadro: Antes de que te cuente nada, tienes que prometerme que guardaras este secreto siempre.
Marco: Entendido.

Cuadro: Pues mira, los cuadros hablamos, pero solo podemos hablar entre nosotros, es un pacto que hicimos hace miles y miles de años, por eso necesito que me guardes el secreto, incluso con tus padres.

Marco: ¿Y antes hablabais con los humanos?

Cuadro: Sí, pero la gente se asustaba y decidía destruirnos, por eso creamos este pacto.

Marco: ¿Y los cuadros que no tienen boca como tú? ¿Cómo hablan?

Cuadro: Esos solo se mueven, son unos aburridos… Marco, cuando vengan más cuadros no podré volver a hablar contigo.

Marco: ¿Por qué? Si también serían cuadros.

Cuadro: Ya Marco, pero lo que estoy haciendo contigo en el mundo de los cuadros está muy mal, para que lo entiendas… En tu mundo me podrían meter en la cárcel.

Marco: Vale te prometo que te guardaré el secreto, aunque me gustaría seguir hablando contigo.

Cuadro: No me puedo arriesgar Marco, lo siento.

Marco: Vale… lo entiendo.

Ventana:  Yo, que todo lo veo, el cuadro dejó de hablar con Marco ya que tarde o temprano un cuadro nuevo llegaría.

Marco: ¡Cuadro Cuadro! Mis padres van a llegar en cualquier momento con un cuadro nuevo.

Cuadro: Vale Marco, gracias por avisarme, me tengo que despedir de ti, ha sido un placer.

Marco: ¡Hasta siempre Cuadrito!

Ventana: Con el tiempo la familia de Marco fue decorando la casa ¡Había un montón de cuadros! Y Marco no podía dejar de pensar que por la noche estarían hablando.
El quería hablar con el cuadro…
Un día Marco se quedó mirando al cuadro sin pestañear un buen rato, hasta que de repente ¡el cuadro le guiñó un ojo!
Marco muy feliz, se fue, ya que no quería que los demás cuadros lo notaran.
A partir de aquí cada vez que Marco pasaba por delante del cuadro, éste le guiñaba el ojo.

Estrategias

Para la creación dramática podemos utilizar las mismas estrategias que para la creación inicial, la prosa.

La estrategia utilizada en este caso es la misma que en la prosa, es la llamada Hipótesis absurda creada por Gianni Rodari, consiste en plantear a los alumnos diferentes hipótesis absurdas como por ejemplo ¿Qué ocurriría si las plantas una mañana, comenzasen a hablar? A partir de ahí los alumnos crearían una historia de lo más original.

Claramente se puede relacionar con este texto,  ¿Un cuadro que habla? Pero la historia por lástima no está creada con los niños, si no para los niños, para su representación.

Receptores.

Este texto estaría dirigido para que lo representen niños de entre 5-6 años, el último curso de Educación Infantil, principalmente porque el personaje de Marco presenta características generales de esta edad, como por ejemplo la curiosidad, se cuestiona absolutamente todo del cuadro, totalmente lógico, también.

Por ello considero que los alumnos se podrían sentir identificados con él.

El lenguaje es simple y adecuado para esta edad, además incluye varias escenas cómicas que creo que gustará tanto a los niños como al público al que representen la obra.

El teatro en el aula tiene grandes ventajas que disfrutarán los pequeños, como pueden ser: Elevar la autoestima y autoconfianza, crear en el aula un marco de convivencia agradable entre los compañeros y el profesor, fomentar la socialización, tolerancia y cooperación, sembrar inquietudes intelectuales para que los alumnos disfruten del estudio y de la investigación y sensibilizar a las familias acerca del proceso educativo de sus hijos.

Además que desarrolla el control de la memoria, la interpretación, la lectura y los movimientos corporales, estimula la imaginación, creatividad y la seguridad en uno mismos. 

Referencias

·       Teoría de Literatura Infantil

·       Documentación complementaria de Literatura infantil





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