sábado, 28 de mayo de 2016

Biblioteca de aula: Actividad voluntaria


En la asignatura de Estrategias de intervención didáctica, uno de los trabajos propuestos para este curso, era la creación de un espacio, en esta ocasión decidí hacer también una biblioteca de aula, basándome en los apuntes de Literatura infantil, quería compartir con vosotros esta creación por si una biblioteca o sabía a poco. Espero que os guste.

ZONA DE LECTURA





PLANIFICACIÓN INICIAL DEL AULA




Durante el periodo de prácticas pude observar cómo el rincón de la lectura del aula, no cumplía la función que debería.

El anterior plano adjunto hace referencia a dicha aula, la zona de la lectura estaría situada en la zona de la asamblea compuesto por una estantería de libros a su izquierda.

Este espacio funcionaba con normalidad en la hora del cuento, en la que están todos practicando esta misma actividad, pero cuando se les permite juego libre, este espacio es no cuenta con las necesarias condiciones ambientales para la realización de la lectura.

La asamblea en estos momentos, comparte espacio con los juegos de construcciones y la lectura, algo incompatible.

El niño que esté interesado en leer un cuento, en esas circunstancias no puede, de hecho pude comprobarlo, acaban desistiendo, y dejando el cuento en su lugar.

No pueden leer mientras el niño de al lado está gritando, o se le caen las piezas de las construcciones encima, necesitan un ambiente cómodo y tranquilo.

Por ello consideré oportuno realizar algunos cambios en la organización de la clase para poder acomodar una zona de lectura adecuada y acorde a las necesidades de los niños.


PLANIFICACIÓN FINAL DEL AULA







Para la reorganización del aula, he trasladado el rincón de la lectura a un lado de la zona de asamblea, aprovechando así una parte del ventanal, para proporcionar la luz tan necesaria para este espacio.

Con este cambio, los materiales se trasladarían a la zona de puzles inicial, de esta manera estarían todos los materiales juntos.

Por otra parte la zona de juegos de construcciones dónde está situado ahora el rincón de lectura, y la zona de puzles se trasladarían a la zona de juegos, he aumentado este espacio, dividiéndolo en juego simbólico, ya establecido inicialmente y juego de construcciones y puzles, de esta manera al igual que los materiales, estarían todos los juegos en un mismo espacio.

A su vez, la estantería de libros que completaba la asamblea quedaría suprimida.


PLANIFICACIÓN DEL ESPACIO DE LECTURA







El rincón de la lectura es un espacio primordial en Educación Infantil e insustituible en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Su utilidad como recurso para la ampliación de la actividad docente y para el refuerzo de una auténtica educación integral, justifica su creación en escuelas y los esfuerzos por cuidar su organización y funcionamiento.

Una biblioteca organizada en la propia clase puede ejercer un efecto intenso sobre la iniciación lectora.

El espacio físico de la biblioteca debe ser agradable, amplio y luminoso.
Las condiciones que deberíamos conseguir serían:
-          Ambiente estimulante, motivador y ordenado.
-          Ambiente cálido y confortable, próximo al hogar.
-          Propicio al uso autónomo por parte de los niños: materiales al alcance de todos, visibles y accesibles. Es fundamental que los libros se encuentren a la altura de los lectores y que se acceda a ellos desde la portada y no desde el lomo, como sucede en las bibliotecas de adultos.
-          Facilitar diversas actividades y elecciones diversas.
-          Ambiente flexible con espacios polivalentes
-   Evitar los estereotipos en la decoración de los espacios, intentando que los niños se sientan identificados en ese espacio, lo vivan como suyo y colaboren en la construcción del entorno.
-          Identificar la organización con carteles alusivos, colores o símbolos.
-          Evitar las interferencias acústicas, determinando las vías de circulación, los accesos….

Se trata de proyectar espacios que den lugar a interacciones ricas y diversas con los demás y con los objetos. 

Ha de organizarse un entorno afectivamente seguro, estéticamente bello y diseñado a la medida de quienes lo utilizan. Un lugar donde cada niño encuentre un espacio de vida. El ambiente se convierte en un instrumento que respalda el proceso de conocimiento porque ofrece respuestas, ocasiones de intercambio, información y recursos.

La zona de lectura creada estaría compuesta por los siguientes elementos:

·   Estantería de libros: Esta estantería cumple todas las necesidades de los niños, está diseñada pensando en la altura de los pequeños, para que todos los libros estén a su alcance, además permite colocar los libros de tal forma que los alumnos puedan ver la portada.



·         Diseño de la pared: Incluiremos en el rincón de este espacio, la pintura de un libro abierto, dando la sensación de que nos encontramos realmente dentro de un libro, este diseño cuenta con varias estanterías, pero no serian las utilizadas en este diseño ya que están colocadas a gran altura, los niños no podrían acceder a ellas, en su lugar instalaríamos las estanterías de la derecha, colocadas a la misma altura y no como aparecen en la imagen, en estas estanterías colocaríamos los libros del momento, por ejemplo: Si estamos realizando un proyecto sobre los animales, en estas estanterías estarían todos los libros de animales, dejando los demás en la estantería anterior.






·     Alfombra: Acomodaremos todo el espacio del rincón de lectura mediante la siguiente alfombra, creando un ambiente cálido y acogedor, próximo al hogar de los pequeños.



·     Pufs: Instalaremos pufs en todo el espacio, para la comodidad de los pequeños, algunos decidirán utilizarlos y otros simplemente se acomodarán en la alfombra, dependerá de los alumnos y en dónde se encuentran mejor.



·        
     Zapatero: Dispondremos de un zapatero a la entrada del rincón, para que los niños depositen sus zapatos, y entren con total libertad a este espacio descalzos, motivando así a los alumnos a entender este espacio cómo suyo, un lugar donde poder ser ellos mismos, un hogar. De esta forma además el rincón se mantendrá limpio y cuidado.



·      Lámparas: Estas lámparas las situaremos justo encima del diseño de la pared,  ya que esta zona es más oscura en comparación con la zona del ventanal, para que los alumnos puedan disfrutar de los libros con la luz apropiada para ello.



                                                                                                                    
·     Cabaña: Esta cabaña se utilizará por los pequeños en los momentos de juego libre, será un lugar donde podrán disfrutar de la lectura con total tranquilidad, además será también una vía de escape para aquellos alumnos que prefieran estar a solas.


·    Cortinas: Estas cortinas rodearan todo el espacio dedicado a la lectura, para aislarlo del resto del espacio del aula, proporcionando así un ambiente tranquilo y separado de todo lo que pueda perturbar el momento de la lectura.




·         Panel de libros: Organizador: Los alumnos dispondrán de cualquiera de los libros para llevárselo a casa el fin de semana, para su organización, colocaremos un panel que contendrá imágenes de todas las portadas de los libros presentes en el aula, los alumnos deberán pegar una fotografía suya mediante velcro en la portada correspondiente al libro que se quieran llevar a casa, con esto pretenderemos que el alumno sea autónomo, además necesitará un carnet de la biblioteca de clase, que fabricaremos todos juntos antes de la inauguración de la biblioteca de aula.

·         Panel de libros: Crítica: Tras el fin de semana, los alumnos devolverán dichos libros, despegarán su fotografía de la portada del libro y acudirán a este panel para valorar el libro que se han llevado a casa, para ello buscarán la portada del libro y añadirán en ella una pegatina verde si el libro les ha gustado, amarilla si les ha parecido regular, y roja si no les ha gustado nada. De esta manera los alumnos podrán ver que libros son los que más gustan a los compañeros y por el contrario los que no, además de aprender a valorar.

PAPEL DEL MAESTRO

Iniciar a los más pequeños en la vida de la lectura, es uno de los peldaños más importantes en la educación infantil, tratar de formar pequeños lectores sin involucrarse de manera efectiva, no funciona, entregar libros, así sin más, suele ocasionar únicamente destrucción, conflicto y alejamiento de los libros.

Si por el contrario, nos involucramos en que los niños aprendan que los libros se leen rodeados por brazos afectuosos, en medio de un ambiente cálido y reservado para un momento de comunicación especial, la biblioteca será el lugar más visitado y mejor cuidado.

El rincón de lectura debe disponerse de forma clara, ordenada e intencionada y con códigos visuales sencillos y compartidos universalmente por todos. Se evita así la necesaria presencia del maestro/a y se potencia la autonomía a la hora de coger y dejar los libros.

La motivación es algo esencial en este proceso. En la misma obra, distintos lectores pueden encontrar diversas motivaciones. Es difícil establecer una motivación general, por tanto, en el aula, lo que motive a unos no motivará a otros. Habrá que buscar motivaciones diversas para atraer la lectura a los diferentes tipos de lectores, a las diferentes personalidades. Una vez que tengamos un lector, este será capaz de leer cualquier cosa que caiga en sus manos y encontrará sus propias motivaciones.

La animación a la lectura es un acto consciente realizado para producir un acercamiento afectivo e intelectual a un libro concreto, de forma que este contacto produzca una estimación hacía los libros, a partir de la cual se pretende conseguir el auténtico placer de la lectura.

La primera condición en el desarrollo de la animación a la lectura es la preparación y el entusiasmo del animador, adecuar los recursos específicos a sus necesidades concretas y escoger la vía más eficaz para los objetivos propuestos y una vez más generar un ambiente propicio para el encuentro con el libro.

Si gracias a las programaciones en los centros escolares y en las bibliotecas, se produce en el niño un acercamiento a los libro, en general, ya podemos decir que la animación ha cumplido su papel.  Animar al niño a leer es dar vida al libro, soñar su historia, traspasar su portada, encariñarse con sus personajes, identificarse con sus acciones.

Los objetivos de la animación son que el niño no-lector, o poco lector, descubra el libro, ayudarle a pasar de la lectura pasiva a la activa, desarrollar en él el placer de leer, ayudarle a descubrir la diversidad de los libros.

Al niño hay que introducirlo en la literatura mediante una lectura que pueda comprender, que le haga disfrutar y que además le haga reflexionar.

La animación a la lectura pretende educar.

El mejor aliciente para conquistar a los participantes es hacer las animaciones agradables, orientadoras, prácticas y cordiales, el animador ha de inventar numerosas estrategias,  cómo inventarse personajes, como por ejemplo un hada o un duende que serán quienes les relaten las historias que entrañan los libros, han de tener carácter lúdico, diferenciarlas de lo que es materia de clase y alejarlas de todo aire didáctico, no hay que pedir a los niños que realicen ningún trabajo a partir de la animación y la asistencia a la animación será voluntaria.

En este espacio el profesor/a contará diversos cuentos para los oyentes, una hora al día estará dedicado a este ejercicio, pero también habrá momentos para ellos solos, ellos decidirán que leer, como leer y dónde leer, en este proceso no intervendrá la profesora.

La familia es el primer mundo del niño y, si crece rodeado de libros, de lectores, la motivación hacía el hábito de la lectura, estará muy arraigado en él, por ello como profesionales debemos concienciar de esto a las familias, ya que la educación del niño no solo parte de la escuela, además de involucrar a las familias en las actividades del colegio, por ejemplo invitar a las familias los viernes para que cuenten un cuento a los alumnos.

Tal como está explicado en los elementos del espacio, habrá un espacio dedicado a la organización y crítica de los libros que los niños se llevan a casa, para motivarles dedicaremos un día a la semana, en el que uno de los niños será el protagonista y él podrá contar a sus compañeros el cuento que más le haya gustado, de todos los que se ha llevado a casa, pero nunca estarán obligados a ello, debe ser una actividad de motivación, el niño que no quiera realizarla no lo hará, aunque podríamos utilizar diversas estrategias para animarle a realizarla, pero sin agobiar a dicho niño.


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