La hora del cuento 2: El ratón y la pelota roja
Cuando los
niños aún no saben leer o simplemente son capaces de descodificar, los adultos
nos convertimos en sus trovadores. Nosotros somos los responsables de
transmitirles no solo lo que dicen los libros y los textos sino también de
hacerlos disfrutar con la literatura y de conseguir que deseen aprender a leer.
Escuchar al adulto que lee, seguir las
imágenes fantásticas que suscitan sus palabras, reemprender día tras día el
hilo de la aventura, los lugares y los personajes que esas páginas contienen,
es una experiencia importante y probablemente fundamental para todos los niños
que mañana querrán leer, si saber leer significa necesidad y placer. Pero como
no todos los niños tienen padres capaces de garantizarles esta experiencia
primaria, es necesario que la escuela se haga cargo del problema.
Por ello, en esta
ocasión, hemos realizado un taller cooperativo de comunicación literaria en
grupos de tres personas. Cada uno de los miembros del grupo debía seleccionar
un libro infantil o texto literario y preparar una de las técnicas de
transmisión literaria para compartir el libro elegido con los demás, y con ello
aprender de los errores unos con otros.
Las técnicas
de transmisión literaria mencionadas son las siguientes:
·
Cuentacuentos
·
La narración con libro
·
La lectura
En esta entrada me
centraré en la lectura de cuentos. El
cuento del que os hablaré a continuación fue preparado siguiendo esta técnica:
El niño prelector se
encuentra en un momento de descubrimiento, de investigación, de ansia por
aprender, por conocer. Los niños quieren hacer lo mismo que los adultos, los
libros que los mayores tienen en sus manos y les enseñan son un misterio,
desean conocer también ese código secreto para acceder a los mundos
maravillosos que se esconden detrás de las letras. Éste es un momento ideal
para el aprendizaje, no encontramos mejor materia prima con la que trabajar.
El maestro debe tener
mucho cuidado en desarrollar de forma atractiva, motivadora y cercanía al niño
el aprendizaje lectoescritor consiguiedo que el niño se sienta libre para
imitar y descubrir, que no se canse y
principalmente que no se vea obligado, para que no se produzca el mayor peligro
pedagógico “La pérdida del deseo lector”
La
lectura en voz alta tiene una función social de información, es aquella en que
el destinatario último no es el lector sino el auditorio y tiene una finalidad
de auténtica comunicación. La lectura en voz alta está más cerca de un acto de
expresión oral que de un acto de lectura usual y personal para buscar
información.
Los
cuentos para niños de educación infantil son (o deberían ser), un ejemplo del
tipo de texto elaborado para ser leído en voz alta por la familia o por los
maestros, de forma que los receptores puedan acceder a la historia.
Para
leer una historia a los niños de infantil hay que tener en cuenta los
siguientes aspectos:
· El
maestro debe conocer gran cantidad de cuentos de distinto tipo, para distintas
edades, con contenidos diversos.
· El
maestro debe tener en cuenta que la fórmula de entrada es imprescindible para
crear la cúpula mágica bajo la que se desarrollará la historia. Como por
ejemplo: Caracol, col, col ¡Saca mi cuento y tomemos el sol!
· El
maestro debe leer despacio, claro y vocalizando aunque dependiendo del personaje que esté
interpretando, se detendrá en detalles y ralentizará la lectura, o la acelerará
obviando todo lo ajeno al hilo conductor.
· El
maestro también puede crear pausas misteriosas para crear intriga o
desconcierto en el espectador.
· El
maestro debe adecuar su voz cuando el cuento lo requiera. Como por ejemplo: La
voz elevada puede servir para indicar sorpresa, para atemorizar, para expresar
enfado… La voz baja puede indicar un secreto, intimidad, peligro…
· El
maestro debe tener en cuenta los intereses de los niños, a éstos les gusta
escuchar onomatopeyas. Como por ejemplo: “Pom, pom, pom” para simular que
alguien está llamando a la puerta.
· El
maestro debe usar las comparaciones, son muy expresivas para los oyentes.
· El
maestro debe interactuar con el público, realizando preguntas del estilo: ¿Qué
creéis que pasará ahora? Para así introducir a los oyentes en la historia,
comprobar la comprensión, mantener la atención…
· El
maestro puede disfrazarse y crear un “Personaje de aula”. El disfraz dependerá
del tipo de cuentos y la forma en que se haga. La ropa al igual que la voz y
los gestos darán veracidad y misterio a la historia.
· El
maestro debe tener en cuenta que la fórmula de salida es imprescindible para
cerrar la historia o bien para invitar a un segundo cuento. Como por ejemplo:
Entre por el sano, salga por el roto, y el que quiera que venga y me cuente
otro o el mítico colorín colorado este cuento se ha acabado.
· El
maestro debe tener en cuenta que una lectura solo permite valorar la historia y
asimilar los elementos importantes del contenido, por tanto las preguntas
finales que se realicen deben actuar en estos dos planos y no pretender la
memorización. Interesa que se fijen en los personajes principales, en las
líneas básicas del argumento y en la enseñanza subyacente.
No
debemos olvidar que los niños solo cuentan con nuestras palabras y con su
imaginación para comprender, recrear y disfrutar la historia.
Pensemos,
por otra parte, que éste es un importante contacto con la lectura, por tanto,
tenemos que servir de ejemplo y leer como leeríamos a un adulto, es decir, sin
cambiar las voces de los personajes y sin exagerar las entonaciones (sobre todo
las de las oraciones interrogativas).
Puede
pensarse que la comprensión se reduce si no se utilizan estos recursos, pero no
es cierto. La comprensión depende del texto, que debe estar bien elegido y
oralizarse como se habla, sin sobreactuaciones.
El
cuento que utilicé para seguir esta técnica se titula:
El ratón y la pelota roja.
Ficha bibliográfica del cuento
· Autor:
Petr Horácek
· Ilustrador:
Petr Horácek
· Trducción:
Christiane Scheurer
· Editorial:
Juventud
· Fecha
1º Edición: 2016
· Este
libro trata de: La amistad, los animales y la imaginación.
Resumen del cuento
¿Qué
es eso rojo y brillante que cuelga del árbol? El Ratoncito cree que es una
pelota, pero el Topo está seguro de que es un globo, y el Conejo dice que es
una canica.
Ninguno
de ellos puede alcanzar esa cosa roja y brillante tan misteriosa, al final el
Ratoncito se da cuenta de que pueden alcanzarlo si se suben uno encima de otro,
al realizarlo ¡PUM! Acaban todos en el suelo, al tambalearse el árbol, cayó no
una sino cientos de aquellas cosas rojas y brillantes ¡Eran cerezas! Estaban
todos equivocados, pero se dieron cuenta de todo lo que pueden llegar a hacer
cuando trabajan en equipo.
Receptores
Este cuento sería adecuado compartirlo con los niños de entre 0 y 5 años, pero en esta ocasión lo enfocaré en el primer ciclo de educación infantil, niños de entre 3 y 4 años.
Este cuento sería adecuado compartirlo con los niños de entre 0 y 5 años, pero en esta ocasión lo enfocaré en el primer ciclo de educación infantil, niños de entre 3 y 4 años.
Principalmente porque en esta época, a
los receptores les gusta escuchar los cuentos leídos o contados por un adulto y
de "leer" los libros a partir de las imágenes, y precisamente este
cuento se caracteriza por ello.
Es ideal trabajar con cuentos que
introduzcan conceptos simples como en este caso son los tamaños de los
protagonistas, ya que hasta que no consiguieron subirse uno encima de otro, no
alcanzaron su objetivo, potenciando el trabajo en equipo.
El cuento además incluye lenguaje
rítmico y partes repetitivas que les transmitirán seguridad, gustan por lo ya
conocido, por el reencuentro de determinadas situaciones.
Los niños podrán entender a la
perfección todo lo que sucede en la historia, además no necesitan verdaderas
historias sino secuencias en las que se cumpla ciertas acciones, como en este
caso, dando una vez más, más importancia a las ilustraciones.
En este cuento los protagonistas son
animales, pero no habrá dificultades ya que a los tres años, el niño anima
animales y acepta que hablen y actúen como personas.
Exposición
del cuento
Cómo he explicado antes,
para este taller nos dividimos en grupos de tres y cada uno de los miembros
tendría una técnica de transmisión literaria y un libro diferente.
Por turnos fuimos
contando cada uno nuestro cuento y después en grupo expresamos lo que nos había
parecido.
En mi caso pude narrar
este cuento tres veces, y en los diferentes grupos, me dijeron que este cuento
estaría mejor si lo hubiera realizado con la técnica de narración con libro,
con lo cual estoy de acuerdo ya que contiene muy poco texto, aún así con
cualquiera de las técnicas, los niños
disfrutarían este libro ya que considero que lo más importante de él es
seguirlo mediante las imágenes, el narrador utilizando cualquiera de las dos
técnicas debería de proyectar las imágenes para que los receptores no se
pierdan ningún detalle.
En la primera ronda, me
dijeron que debía de leer más despacio algunas partes, así pues lo mencioné a
los siguientes grupos para que estuvieran pendientes de sí mejoraba este aspecto
y así fue.
Raquel Baena me recomendó
que alzara la voz en determinados momentos y lo tuve muy en cuenta,
incluyéndolo en los aspectos del cuento que he mencionaré a continuación,
concretamente en la parte en la que el ratoncito introduce la cabeza en la
madriguera del topo, lo cual he modificado a mi gusto, dando el tono de eco.
Y por último como no
aparecen muchos personajes me sugirieron que pusiera una voz diferente para
cada uno, pero decidí no tenerlo en cuenta ya que este momento es un importante
contacto con la lectura, por tanto, tenemos que servir de ejemplo y leer como
leeríamos a un adulto, es decir sin cambiar las voces de los personajes y sin
exagerar las entonaciones.
Preparación
del cuento
Para ensayar la
exposición de este cuento, lo leí varias veces, ya que era nuevo para mí, tras
analizarlo detenidamente decidí que aspectos iba a utilizar, y quedaría de la
siguiente forma:
En primer lugar el cuento
lo posicionaría de tal forma que todos los niños pudieran ver las imágenes ya
que son muy importantes para entender el funcionamiento de la historia, a la
vez que lo fuera leyendo.
Aprovechando que los
protagonistas del cuento son animales, la fórmula de entrada del cuento sería
“Cuando los animales hablaban…”
Al comienzo de la
historia, en la primera página, el ratoncito se da cuenta que de la rama del
árbol sobresale “Una pelota” en este momento haría una pausa para asegurarme de
que todos los espectadores puedan contemplar “La pelota”.
Durante el texto abundan
las exclamaciones, en éstas la voz la alzaría tal y como requiere el cuento
además de captar la atención de los oyentes.
Cuando el ratoncito no consigue alcanzar “La pelota” va en busca
de su amigo el topo para que le ayude, en esta escena aparece el Ratoncito
introduciendo su cabeza dentro de la madriguera del topo y preguntando ¡¿Estás
ahí?! Éste diálogo lo realizaría con las
manos en la boca para crear el efecto eco de la madriguera. A continuación
realizaría la siguiente pausa para preguntar a los niños si creen que el topo estará
y podrá ayudar al Ratoncito.
Efectivamente, el topo
estaba y muy contento contesta al Ratoncito que le ayudaría, este dialogo debe
ser realizado con mucha felicidad y entusiasmo por parte del topo.
A continuación se
realizaría otra pausa para preguntar a los niños si creen que el topo si
conseguirá alcanzar “El globo” ya que el topo creía que la cosa roja y
brillante era un globo.
Pero… Tampoco consigue
coger la cosa roja y brillante el topo, asique los dos se van en busca del
conejo repitiéndose el mismo diálogo que tuvo el ratoncito con el topo para que
le ayudara, de la misma manera la entonación del diálogo será muy feliz y con
mucho entusiasmo.
La siguiente escena se
repite con los tres personajes, me refiero al momento en el que ni el conejo,
ni el topo, ni el conejo consiguen alcanzar la cosa roja y brillante, que en
este caso el conejito cree que es una canica,
por eso la entonación será triste y realizando comparaciones como “El
conejo tampoco consiguió llegar a la cosa roja y brillante, como le pasó al
topo”.
Ninguno de los tres había
conseguido alcanzar la cosa roja y brillante hasta que al Ratoncito se le
ocurrió una idea fantástica, aquí volvería a hacer otra pausa para crear
intriga y diría ¡Que será, que será!
La siguiente escena hay
que hacerla con mucho entusiasmo ya que es la más importante de todo el cuento,
tanto es así, que una de las páginas del cuento se despliega, y es que el topo
subió encima del conejo y el ratoncito encima del topo para poder llegar a
coger la cosa roja y brillante, demostrando así todo lo que se puede hacer en
equipo.
El texto incluye que los
personajes se estiraron y estiraron escribiendo estas dos palabras de la
siguiente forma: E S T I R
A R O N.
Estirando no solo a los
personajes si no también la palabra, por ello la vocalización de la palabra
también la realizaría de esta forma, lentamente.
A continuación aparece
una onomatopeya ¡PUM! Que la pronunciaría muy fuerte, tanto como el golpe que
se dan los personajes.
Cuando se ve que la cosa
roja y brillante son no una sino cientos de cerezas, la narración se realizaría
con mucha sorpresa, haciendo otra pausa antes del final para preguntar si se
los esperaban.
Por último, la fórmula de
salida sería “Como dice Don Fermín este cuento llegó a su fin.”
Como durante el texto he
ido haciendo muchas preguntas, no realizaría ninguna final, únicamente si les
gustó.
Tras tener claros todos
los aspectos que quería incluir en el cuento, lo ensayé sola y luego se lo
conté a mi madre y mis dos abuelos, para ellos era todo un éxito ¿Y para los
demás?
Autoevaluación
Esta actividad me ha
parecido muy interesante y a su vez muy dinámica, de vez en cuando viene bien
realizar actividades fuera de lo común para motivarnos e implicarnos más aún
con la asignatura.
Que este taller se
realizara en pequeños grupos me parece una idea fantástica, ya que el momento
del cuento es más íntimo y acogedor que si se realizara al frente de toda la
clase.
Además poder repetir la
actividad en diferentes grupos también me parece que está muy bien pensado, es
un gran acierto porque al igual que el blog, vamos aprendiendo de nuestros
errores según lo repetimos, mediante las aportaciones de los diferentes
compañeros.
Tras incluir las ideas de
mis compañeros para mejorarlo, me siento muy orgullosa del resultado final que
ha tenido este gran libro.
Desde mi punto vista los aspectos que he incluido
son muy adecuado para la edad que he escogido, lo pasarán en grande.
Y estoy deseando
comprobarlo, en un futuro.
Referencias
·
Teoría de Literatura infantil
Perfecto.
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