martes, 10 de mayo de 2016

La hora del cuento 2: Actividad 3

La hora del cuento 2: El ratón y la pelota roja

Cuando los niños aún no saben leer o simplemente son capaces de descodificar, los adultos nos convertimos en sus trovadores. Nosotros somos los responsables de transmitirles no solo lo que dicen los libros y los textos sino también de hacerlos disfrutar con la literatura y de conseguir que deseen aprender a leer.

Escuchar al adulto que lee, seguir las imágenes fantásticas que suscitan sus palabras, reemprender día tras día el hilo de la aventura, los lugares y los personajes que esas páginas contienen, es una experiencia importante y probablemente fundamental para todos los niños que mañana querrán leer, si saber leer significa necesidad y placer. Pero como no todos los niños tienen padres capaces de garantizarles esta experiencia primaria, es necesario que la escuela se haga cargo del problema.

Por ello, en esta ocasión, hemos realizado un taller cooperativo de comunicación literaria en grupos de tres personas. Cada uno de los miembros del grupo debía seleccionar un libro infantil o texto literario y preparar una de las técnicas de transmisión literaria para compartir el libro elegido con los demás, y con ello aprender de los errores unos con otros. 

Las técnicas de transmisión literaria mencionadas son las siguientes:

·       Cuentacuentos
·       La narración con libro
·       La lectura

En esta entrada me centraré en la lectura de cuentos. El cuento del que os hablaré a continuación fue preparado siguiendo esta técnica:

El niño prelector se encuentra en un momento de descubrimiento, de investigación, de ansia por aprender, por conocer. Los niños quieren hacer lo mismo que los adultos, los libros que los mayores tienen en sus manos y les enseñan son un misterio, desean conocer también ese código secreto para acceder a los mundos maravillosos que se esconden detrás de las letras. Éste es un momento ideal para el aprendizaje, no encontramos mejor materia prima con la que trabajar.

El maestro debe tener mucho cuidado en desarrollar de forma atractiva, motivadora y cercanía al niño el aprendizaje lectoescritor consiguiedo que el niño se sienta libre para imitar y descubrir, que no se canse  y principalmente que no se vea obligado, para que no se produzca el mayor peligro pedagógico “La pérdida del deseo lector”

La lectura en voz alta tiene una función social de información, es aquella en que el destinatario último no es el lector sino el auditorio y tiene una finalidad de auténtica comunicación. La lectura en voz alta está más cerca de un acto de expresión oral que de un acto de lectura usual y personal para buscar información.

Los cuentos para niños de educación infantil son (o deberían ser), un ejemplo del tipo de texto elaborado para ser leído en voz alta por la familia o por los maestros, de forma que los receptores puedan acceder a la historia.

Para leer una historia a los niños de infantil hay que tener en cuenta los siguientes aspectos:

·   El maestro debe conocer gran cantidad de cuentos de distinto tipo, para distintas edades, con contenidos diversos.

·     El maestro debe tener en cuenta que la fórmula de entrada es imprescindible para crear la cúpula mágica bajo la que se desarrollará la historia. Como por ejemplo: Caracol, col, col ¡Saca mi cuento y tomemos el sol!

·    El maestro debe leer despacio, claro y vocalizando aunque  dependiendo del personaje que esté interpretando, se detendrá en detalles y ralentizará la lectura, o la acelerará obviando todo lo ajeno al hilo conductor.

·          El maestro también puede crear pausas misteriosas para crear intriga o desconcierto en el espectador.

·     El maestro debe adecuar su voz cuando el cuento lo requiera. Como por ejemplo: La voz elevada puede servir para indicar sorpresa, para atemorizar, para expresar enfado… La voz baja puede indicar un secreto, intimidad, peligro…

·       El maestro debe tener en cuenta los intereses de los niños, a éstos les gusta escuchar onomatopeyas. Como por ejemplo: “Pom, pom, pom” para simular que alguien está llamando a la puerta.

·         El maestro debe usar las comparaciones, son muy expresivas para los oyentes.

·      El maestro debe interactuar con el público, realizando preguntas del estilo: ¿Qué creéis que pasará ahora? Para así introducir a los oyentes en la historia, comprobar la comprensión, mantener la atención…

·       El maestro puede disfrazarse y crear un “Personaje de aula”. El disfraz dependerá del tipo de cuentos y la forma en que se haga. La ropa al igual que la voz y los gestos darán veracidad y misterio a la historia.

·      El maestro debe tener en cuenta que la fórmula de salida es imprescindible para cerrar la historia o bien para invitar a un segundo cuento. Como por ejemplo: Entre por el sano, salga por el roto, y el que quiera que venga y me cuente otro o el mítico colorín colorado este cuento se ha acabado.

·    El maestro debe tener en cuenta que una lectura solo permite valorar la historia y asimilar los elementos importantes del contenido, por tanto las preguntas finales que se realicen deben actuar en estos dos planos y no pretender la memorización. Interesa que se fijen en los personajes principales, en las líneas básicas del argumento y en la enseñanza subyacente.

No debemos olvidar que los niños solo cuentan con nuestras palabras y con su imaginación para comprender, recrear y disfrutar la historia.

Pensemos, por otra parte, que éste es un importante contacto con la lectura, por tanto, tenemos que servir de ejemplo y leer como leeríamos a un adulto, es decir, sin cambiar las voces de los personajes y sin exagerar las entonaciones (sobre todo las de las oraciones interrogativas).
Puede pensarse que la comprensión se reduce si no se utilizan estos recursos, pero no es cierto. La comprensión depende del texto, que debe estar bien elegido y oralizarse como se habla, sin sobreactuaciones.

El cuento que utilicé para seguir esta técnica se titula:
El ratón y la pelota roja.


Ficha bibliográfica del cuento 

·       Autor: Petr Horácek
·       Ilustrador: Petr Horácek
·       Trducción: Christiane Scheurer
·       Editorial: Juventud
·       Fecha 1º Edición: 2016
·       Este libro trata de: La amistad, los animales y la imaginación.

Resumen del cuento

¿Qué es eso rojo y brillante que cuelga del árbol? El Ratoncito cree que es una pelota, pero el Topo está seguro de que es un globo, y el Conejo dice que es una canica.

Ninguno de ellos puede alcanzar esa cosa roja y brillante tan misteriosa, al final el Ratoncito se da cuenta de que pueden alcanzarlo si se suben uno encima de otro, al realizarlo ¡PUM! Acaban todos en el suelo, al tambalearse el árbol, cayó no una sino cientos de aquellas cosas rojas y brillantes ¡Eran cerezas! Estaban todos equivocados, pero se dieron cuenta de todo lo que pueden llegar a hacer cuando trabajan en equipo.

Receptores

Este cuento sería adecuado compartirlo con los niños de entre 0 y 5 años, pero en esta ocasión lo enfocaré en el primer ciclo de educación infantil, niños de entre 3 y 4 años.

Principalmente porque en esta época, a los receptores les gusta escuchar los cuentos leídos o contados por un adulto y de "leer" los libros a partir de las imágenes, y precisamente este cuento se caracteriza por ello. 

Es ideal trabajar con cuentos que introduzcan conceptos simples como en este caso son los tamaños de los protagonistas, ya que hasta que no consiguieron subirse uno encima de otro, no alcanzaron su objetivo, potenciando el trabajo en equipo. 

El cuento además incluye lenguaje rítmico y partes repetitivas que les transmitirán seguridad, gustan por lo ya conocido, por el reencuentro de determinadas situaciones.

Los niños podrán entender a la perfección todo lo que sucede en la historia, además no necesitan verdaderas historias sino secuencias en las que se cumpla ciertas acciones, como en este caso, dando una vez más, más importancia a las ilustraciones. 

En este cuento los protagonistas son animales, pero no habrá dificultades ya que a los tres años, el niño anima animales y acepta que hablen y actúen como personas. 

Exposición del cuento

Cómo he explicado antes, para este taller nos dividimos en grupos de tres y cada uno de los miembros tendría una técnica de transmisión literaria y un libro diferente.

Por turnos fuimos contando cada uno nuestro cuento y después en grupo expresamos lo que nos había parecido.

En mi caso pude narrar este cuento tres veces, y en los diferentes grupos, me dijeron que este cuento estaría mejor si lo hubiera realizado con la técnica de narración con libro, con lo cual estoy de acuerdo ya que contiene muy poco texto, aún así con cualquiera de las técnicas,  los niños disfrutarían este libro ya que considero que lo más importante de él es seguirlo mediante las imágenes, el narrador utilizando cualquiera de las dos técnicas debería de proyectar las imágenes para que los receptores no se pierdan ningún detalle.

En la primera ronda, me dijeron que debía de leer más despacio algunas partes, así pues lo mencioné a los siguientes grupos para que estuvieran pendientes de sí mejoraba este aspecto y así fue. 

Raquel Baena me recomendó que alzara la voz en determinados momentos y lo tuve muy en cuenta, incluyéndolo en los aspectos del cuento que he mencionaré a continuación, concretamente en la parte en la que el ratoncito introduce la cabeza en la madriguera del topo, lo cual he modificado a mi gusto, dando el tono de eco.

Y por último como no aparecen muchos personajes me sugirieron que pusiera una voz diferente para cada uno, pero decidí no tenerlo en cuenta ya que este momento es un importante contacto con la lectura, por tanto, tenemos que servir de ejemplo y leer como leeríamos a un adulto, es decir sin cambiar las voces de los personajes y sin exagerar las entonaciones.

Preparación del cuento

Para ensayar la exposición de este cuento, lo leí varias veces, ya que era nuevo para mí, tras analizarlo detenidamente decidí que aspectos iba a utilizar, y quedaría de la siguiente forma:

En primer lugar el cuento lo posicionaría de tal forma que todos los niños pudieran ver las imágenes ya que son muy importantes para entender el funcionamiento de la historia, a la vez que lo fuera leyendo.

Aprovechando que los protagonistas del cuento son animales, la fórmula de entrada del cuento sería “Cuando los animales hablaban…”

Al comienzo de la historia, en la primera página, el ratoncito se da cuenta que de la rama del árbol sobresale “Una pelota” en este momento haría una pausa para asegurarme de que todos los espectadores puedan contemplar “La pelota”.

Durante el texto abundan las exclamaciones, en éstas la voz la alzaría tal y como requiere el cuento además de captar la atención de los oyentes.

Cuando el ratoncito  no consigue alcanzar “La pelota” va en busca de su amigo el topo para que le ayude, en esta escena aparece el Ratoncito introduciendo su cabeza dentro de la madriguera del topo y preguntando ¡¿Estás ahí?!  Éste diálogo lo realizaría con las manos en la boca para crear el efecto eco de la madriguera. A continuación realizaría la siguiente pausa para preguntar a los niños si creen que el topo estará y podrá ayudar al Ratoncito.

Efectivamente, el topo estaba y muy contento contesta al Ratoncito que le ayudaría, este dialogo debe ser realizado con mucha felicidad y entusiasmo por parte del topo.

A continuación se realizaría otra pausa para preguntar a los niños si creen que el topo si conseguirá alcanzar “El globo” ya que el topo creía que la cosa roja y brillante era un globo.

Pero… Tampoco consigue coger la cosa roja y brillante el topo, asique los dos se van en busca del conejo repitiéndose el mismo diálogo que tuvo el ratoncito con el topo para que le ayudara, de la misma manera la entonación del diálogo será muy feliz y con mucho entusiasmo.

La siguiente escena se repite con los tres personajes, me refiero al momento en el que ni el conejo, ni el topo, ni el conejo consiguen alcanzar la cosa roja y brillante, que en este caso el conejito cree que es una canica,  por eso la entonación será triste y realizando comparaciones como “El conejo tampoco consiguió llegar a la cosa roja y brillante, como le pasó al topo”.

Ninguno de los tres había conseguido alcanzar la cosa roja y brillante hasta que al Ratoncito se le ocurrió una idea fantástica, aquí volvería a hacer otra pausa para crear intriga y diría ¡Que será, que será!

La siguiente escena hay que hacerla con mucho entusiasmo ya que es la más importante de todo el cuento, tanto es así, que una de las páginas del cuento se despliega, y es que el topo subió encima del conejo y el ratoncito encima del topo para poder llegar a coger la cosa roja y brillante, demostrando así todo lo que se puede hacer en equipo.

El texto incluye que los personajes se estiraron y estiraron escribiendo estas dos palabras de la siguiente forma: E  S  T  I  R  A  R  O  N.

Estirando no solo a los personajes si no también la palabra, por ello la vocalización de la palabra también la realizaría de esta forma, lentamente.

A continuación aparece una onomatopeya ¡PUM! Que la pronunciaría muy fuerte, tanto como el golpe que se dan los personajes.

Cuando se ve que la cosa roja y brillante son no una sino cientos de cerezas, la narración se realizaría con mucha sorpresa, haciendo otra pausa antes del final para preguntar si se los esperaban.

Por último, la fórmula de salida sería “Como dice Don Fermín este cuento llegó a su fin.”

Como durante el texto he ido haciendo muchas preguntas, no realizaría ninguna final, únicamente si les gustó.

Tras tener claros todos los aspectos que quería incluir en el cuento, lo ensayé sola y luego se lo conté a mi madre y mis dos abuelos, para ellos era todo un éxito ¿Y para los demás?

Autoevaluación

Esta actividad me ha parecido muy interesante y a su vez muy dinámica, de vez en cuando viene bien realizar actividades fuera de lo común para motivarnos e implicarnos más aún con la asignatura.

Que este taller se realizara en pequeños grupos me parece una idea fantástica, ya que el momento del cuento es más íntimo y acogedor que si se realizara al frente de toda la clase.

Además poder repetir la actividad en diferentes grupos también me parece que está muy bien pensado, es un gran acierto porque al igual que el blog, vamos aprendiendo de nuestros errores según lo repetimos, mediante las aportaciones de los diferentes compañeros.

Tras incluir las ideas de mis compañeros para mejorarlo, me siento muy orgullosa del resultado final que ha tenido este gran libro. 

Desde mi punto vista los aspectos que he incluido son muy adecuado para la edad que he escogido, lo pasarán en grande.

Y estoy deseando comprobarlo, en un futuro.

Referencias


·       Teoría de Literatura infantil 

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